¿En qué consisten las sesiones de Terapia Familiar y de Pareja?
Un conflicto o una crisis familiar siempre es una oportunidad para revisar la forma en que los miembros de la familia se relacionan. No se trata de etiquetar ni de culpabilizar a nadie, sino de transformar la forma en que nos relacionamos. Podemos entender el malestar familiar como un mensaje que pone al descubierto algún tema disfuncional que, de otro modo, quedaría oculto a nuestra mirada. A menudo un simple cambio de perspectiva nos aporta luz allí donde antes había confusión.
La orientación de esta terapia es sistémica. Lo que propone es poder ver el conflicto desde otra perspectiva, más amplia, que nos ayude a encontrar la solución más adecuada y romper las conductas viciadas que no hacen otra cosa que mantener el problema.
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