Mi camino como terapeuta empieza ahora ya hace unos años. Desde un inicio me atrajo mucho la idea que tienen en el Oriente de tratar la energía de las personas a través de unas herramientas tanto delicadas y a la vegada tanto potenciadoras como son las agujas. Capaces de crear magia dentro del cuerpo de una persona, de mover y desviar la corriente energética hacia otras zonas del cuerpo, y de cómo puede equilibrar el organismo en muy poco tiempo. La simplicidad con la que tu cuerpo se modifica sin la necesidad, muy a menudo, de recurrir a la medicina tradicional, me hace creer que tenemos un enser maravilloso, nuestro propio cuerpo…capaz de regenerarse por sí mismo. Del mismo modo que se regenera la natura, estamos en un vínculo constante con ella. Desde mi punto de vista, las agujas son las mediadoras, las herramientas que encienden el motor porque nuestro organismo restaure el equilibrio.

Empiezo mi recorrido como terapeuta en la escuela Liping de Acupuntura y Medicina Tradicional China, en Barcelona, donde cursé un programa académico de 3 años con el que profundicé en los aspectos teóricos y prácticos de la Medicina Oriental, poniendo especial énfasis en la acupuntura y la moxibustión.

Las más de 200 horas de terapias con pacientes, me han dado la confianza y la seguridad de poder hacer de mi pasión, mi profesión. Y como el ser humano es curioso por naturaleza, estoy en constante aprendizaje.

He tenido la suerte de ser alumna de Liping, fundadora del centro, la cual me ha aportado todos los conocimientos teóricos y prácticos que poseo hoy en día, mezcla de unos estudios basados en la técnica de la cultura oriental, con la comprensión y asimilación de la nuestra. El enlace de las dos culturas, me ha llevado a tener nuevas perspectivas a la vez de enfocar el tratamiento adecuado por cada persona.