En situaciones de choque emocional sufrimos una alteración neuronal que de manera inconsciente queda inalterable y que se manifiesta después desarmonizan nuestro comportamiento, nuestro cuerpo físico o nuestro sistema nervioso.

La kinesiología ayuda a las personas a realizar los cambios necesarios para restablecer su equilibrio. Trabaja con profundidad para desbloquear estos procesos en que la persona no puede entrar, para identificar el porqué, el cuándo y el cómo de los conflictos, y distinguir con rapidez los bloqueos emocionales y conductuales, los recuerdos, los miedos, las incapacidades y las limitaciones.

EL TEST KINESIOLÓGICO

En consulta usamos el test muscular básico «Arm Reflex» (reflejo del brazo) a través del cual obtendremos respuestas de las memorias corporales según la situación que se plantee. El test kinesiológico da unas respuestas que el kinesiólogo identifica según sus protocolos y reconoce así los mecanismos utilizados por el cuerpo para llegar al estado de desequilibrio en que se encuentra.

REEQUILIBRIO

Cuando se identifica la raíz del desequilibrio hay una tendencia de relación con los conflictos emocionales por resolver. Por ello, nuestra herramienta principal es el método creado por el Dr. Charles Krebs, llamado Formatos del Cerebro, basado en la digitopuntura, que diluye en pocos segundos el estrés cerebral causado por los conflictos no resueltos. Este método también se combina con técnicas similares de liberación emocional y energéticas que se aplican para devolver el cuerpo al estado más apropiado. Y aunque son técnicas sencillas, los resultados son a menudo espectaculares.

¿QUÉ TRATAMOS?

• Emocional: patrones relacionales, traumas, fobias y emociones no resueltas. También potencia estados deseados y apoya la progresión y la evolución del individuo mejorando así sus capacidades, sus comportamientos, los recursos, las habilidades y seguridades.
• Bioquímico: patologías relacionadas con carencias de nutrientes, infecciones, alergias, intolerancia alimentaria, tóxicos, cándidas, parásitos, bacterias.
• Estructural: subluxaciones de coxis, sacro, pelvis, vértebras; contracturas; cadenas musculares.
• Energético: Equilibrio de meridianos, geopatologias.