La Osteopatía es la ciencia y el arte de diagnosticar y de tratar las disfunciones de movilidad de los tejidos del cuerpo humano, que provocan trastornos y perturban el estado de salud del organismo.

Para ello cuenta con un sistema de diagnóstico y tratamiento que promueve la minimización, el alivio y la resolución de los problemas estructurales o funcionales del ser humano, incluyendo el estado mental o emocional del paciente y la búsqueda de la consecución del ideal de estado de salud y bienestar

Para lograrlo, cuenta con cuatro principios básicos:

1. La Estructura Gobierna La Función
   Todos los elementos que constituyen nuestros sistemas deben estar en armonía para que la función que desempeñan no se vea alterada y no aparezca la disfunción.
2. La Unidad Del Cuerpo
   El principio homeostásico y la búsqueda del equilibrio es lo que permite al individuo la adaptación ante determinados estímulos del exterior. Estos fenómenos se estudian para conocer el origen de la disfunción y sus repercusiones.
3. La Autocuración
   La osteopatía se basa en la tendencia intrínseca del cuerpo a auto sanarse. El organismo cuenta con recursos suficientes para lograr la curación, siempre que la estructura esté en perfecta armonía, y es esta integridad estructural del cuerpo, u homeostasis, la que la osteopatía trata de restablecer.
4. La Ley de la Arteria
   En casos de disfunción vascular, los tejidos implicados sufren una deficiencia de aporte sanguíneo. De este modo, el órgano se convierte en un punto débil susceptible de que aparezca una determinada patología. La osteopatía buscará devolver al cuerpo los mecanismos necesarios para que en el proceso de autocuración resuelva la lesión y pueda reestrablecer el equilibrio y la armonía.

 ¿Qué trata la Osteopatía?

La Osteopatía trata principalmente las patologías musculoesqueléticas más frecuentes que se dan en las consultas de atención primaria y en las urgencias hospitalarias: Lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, esguinces de tobillo, omalgias (dolores de hombro), tendinitis, artritis y en definitiva aquellas afectaciones osteomusculares habituales. También es muy eficaz en casos específicos de migrañas, vértigos, otitis, problemas circulatorios, digestivos, endocrinos, ginecológicos, urológicos, neurológicos, traumatológicos, etc.

Existen 3 tratamientos en Osteopatía

• Estructural, que se dirige especialmente a los trastornos de las estructuras óseas, musculares y articulares.

• Visceral, que se interesa por los órganos como el hígado, el riñón, el estómago…

• Craneal, que insiste en la noción de movilidad de los huesos del cráneo y se dirige al desarrollo del recién nacido, del niño, así como a los trastornos funcionales del adulto.

En este sentido, la integración de estos 3 tratamientos le dan la noción de globalidad y de holismo al cuerpo, constituyendo al ser humano como una “UNIDAD”.

La Osteopatía funciona, por tanto, respetando y facilitando la autorregulación del organismo en cualquier patología y no tanto en hacerlo dependiente de soluciones puramente externa o pasivas, como es la utilización, a veces excesiva, de medicamentos. La Osteopatía, en un contexto de abordaje holístico, a través de modelos globales bio-médico-psico-sociales, promueve o recupera la homeostasia o equilibrio mecánico del conjunto de los tejidos corporales musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales, circulatorios etc, y lo hace con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos identificados como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático